jueves, 12 de junio de 2008

hoy en Critica Teatral



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Cuando una generación se revisa
Obra con dramaturgia y dirección de Marcelo Mininno

Una generación pasa revista del porque de su desconcierto. No lo hace desde un lugar en que se puedan dar cabida justificaciones, ni siquiera cierta piedad.La alegoría utilizada por Marcelo Mininno, autor y director de Lote 77, es feroz, ya que no deja lugar a dudas de una siniestra tragedia que acontece en la reciente historia argentina: la destrucción y el vaciamiento de valores e ideales de las nuevas generaciones.La obra no se detiene en ningún tópico en especial, ya que mediante a un excelente entrecruzamiento temático, exhibe como es afectado tanto el interior como el exterior de cada personaje.Así se ve que el abandono de vocaciones en pos de un quimérico bienestar económico, se transforma en un abismal vacío; que el asumir sin máscaras la propia sexualidad conlleva, no solo la discriminación y la burla, si no también una hipócrita aceptación; y la terrible sensación que se tome el camino que se tome la llegada es siempre la misma: la desilusión y la derrota.La estructura de la pieza apela a la eliminación de los límites temporales, provocando un apasionante juego, ya que permite que tanto el pasado lejano, como el reciente y el presente, se interroguen continuamente. Asimismo un sutilísimo juego de “muñecas rusas”, le permite a la propia obra indagarse, y hasta ironizar acerca de los métodos utilizados para exhibir la historia.Un trío de actores estupendos, sin dar ni pedir respiro, son los encargados de llevar adelante, con entrega emocional y física, el desolador destino de sus personajes. Ellos son: Andrés D´Amo, Lautaro Delgado y Rodrigo González Garillo.El diseño espacial es otro punto alto, ya que se crea un no-lugar a partir de un espacio de acción muy identificable, pero en el que todo puede transformarse, y lo que es más intenso, nada puede ocultarse. Las distintas calidades de materiales que conforman la escenografía provocan, al ser utilizados, crispadas fricciones y tensiones (un verdadero hallazgo la utilización del bebedero).Queda poco para agregar acerca de la maestría con que Eli Sirlin provoca el des-ocultamiento.El diseño de vestuario de Carolina Mas define la personalidad de los personajes.Lote 77 es una pieza dura y rispida; de visión necesaria para tratar de entender el derrotero de una generación.

Gabriel Peralta

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA OBRA ESTA BUENISIMA, ES VERDAD LO QUE DICE ESTE SEÑOR, TODO LO QUE DUCE ES VERDAD! ADEMAS LOS CHICOS... Y YO LO QUIERO DECIR... LOS CHICOS SON GUAPOS, GUAPOS. LES HARIA EL AMOR A LOS TRES, POR SEPARADO Y JUNTOS, LOS TRES JUNTOS!!!
(en varios momentos, pense: como cruzaria ese alambre, saltaria la tranquera y que me hagan lo que quieran...)