domingo, 20 de julio de 2008

entrevista al director Marcelo Mininno en La Nación

podes leer la nota a continuación o cliqueá aquí para verla en su página original



La construcción del varón, por Marcelo Mininno


El director de Lote 77 reflexiona sobre la masculinidad


Hace unos dos años Marcelo Mininno comenzó la (pre)historia de Lote 77 , esta historia en la que su creador sabía (o intuía) que entre manos tenía algo que decir. Cuando se juntó las primeras veces con los actores, les mostró un video en el cual aparece con su padre castrando un ternero. Marcelo había vivido en el campo. No casualmente, Lote 77 , su ópera prima, comienza con datos sobre los animales que se venden para ser faenados y, a lo largo de toda la pieza, tres personajes indagan las tareas que hacen a la crianza, la selección y la clasificación del ganado bovino en lotes de venta. "Siempre me pareció muy brutal el mecanismo que hace que un ternero sea toro. Eso, para mí, tiene un paralelismo con la construcción del varón. A partir de ahí, fuimos armando la obra", apunta este notable actor de la escena alternativa y oficial.

"Celebro mi primera afeitada. Nosotros ya habíamos vuelto al país y mamá tenía novio nuevo que vivía cerca. El me enseñó a afeitarme. Estábamos frente al espejo infinito. Se puso a mi lado y empezamos a ponernos crema los dos [...] Yo le decía que para qué me iba a afeitar si tenía cuatro pelos, y él insistía en eso de que: «Alguien te tiene que enseñar». Yo le tenía celos al novio de mamá. Los hombres necesitan de otros hombres para refrendar su condición", apunta en otro momento uno de los tres seres que habita el escenario del teatro Del Abasto.

Esa interesante mezcla entre el mundo del campo (mundo con tantas resonancias en la actualidad) y la constitución de la masculinidad se cuela en los cuerpos de los personajes que rondan los 30 años y en la historia del país. "Somos una generación que nació en la dictadura, que jugó a ser soldado de Malvinas, que empezó a manejar dinero en la hiperinflación y que tuvo su educación formal en la época del uno a uno en la cual reinaba la ley del menor esfuerzo. Luego, cuando tuvimos una especie de proyecto familiar, los ahorros se quedaron en el banco y muchos se terminaron yendo del país", enumera Marcelo trazando un vínculo entre la historia de sus criaturas y la suya propia.

En la ficción, los tres amigos compartieron la escuela primera y la secundaria con todos esos códigos constitutivos de la personalidad. En escena y en los cuerpos de Andrés D Adamo, Lautaro Delgado y Rodrigo González Garillo eso toma cuerpo con una perturbadora fuerza.

La obra trabaja a partir de tres figuras arquetípicas: uno, tiene pinta de ganador, aunque la cosa después no le resulte; otro, está atravesado por el exilio político de su familia, y el tercero es gay. A este último pareciera ser que nada le sale bien. Sin embargo, Marcelo tiene su lectura: "En lo que más gana el gay es en la sinceridad que tiene consigo mismo. Es el único que puede mostrarse sin miedo al rechazo. De todos modos, la contradicción que tienen los tres es la reflexión sobre qué les tocó en la vida o, mejor dicho, cómo eligen contarte la vida", cuenta el creador de esta obra que respira vida por cada rincón.

Marcelo Mininno es profesor en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Para él, dar clase es una forma de replantearse el significado de la representación. Quizá por ese motivo, los tres personajes de la obra se la pasan repitiendo escenas con un nivel de marcación obsesiva que, a medida que avanza la acción, comienza a trabarse. "Abro la puerta. Camino, voy hacia el espejo para lavarme las manos. Me miro en el espejo. Tengo un grano. Lo aprieto. Abro la canilla. Me mojo la cara. Salgo", dice, reitera y actúa mecánicamente un tal López.



Confesiones de machos de 30


En las dos últimas décadas, tanto la escena comercial como la alternativa han ido generando una gran cantidad de obras sobre la "temática femenina". Sin embargo, y aunque la reflexión teórica es importante, parece ser que hay mucha menos cantidad de trabajos escénicos que abordan la masculinidad. "Es cierto -reconoce-. Pero, al momento de comenzar con este trabajo, nunca pensamos en esas cosas. A lo sumo, pensamos sobre qué nos pasa a nosotros hoy y nos topamos con temas como la falta de trabajo, la construcción de una imagen, lo familiar, las herencias, los mandatos... Claro que al ser contado por tres varones termina siendo una reflexión sobre la masculinidad. Para nosotros fue complejo desnudarnos porque todo lo que se cuenta en la obra en el momento de ensayar hubo que destrabar todo un mundo. También queríamos ser verdaderos."
En escena esa verdad -iluminada por Eli Sirlin y vestida por Carolina Mas, las dos mujeres en este mundo de hombres- toma cuerpo con una intensidad y cuidado estético de alto nivel. Y tan cuidado está todo que hasta el programa de mano, idea de Lara Ruiz, sirve para presentar y cerrar conceptualmente un trabajo escénico que se permite mezclar al ganado bovino con la compleja construcción de ser cómo ser un hombre hecho y derecho (y sin tantas culpas por no serlo, según lo establece el manual).
Como actor, Mininno comparte escenario con Alejo García Pintos, Eleonora Wexler, Graciela Pal y Roly Serrano, en la versión de Chúmbale , que dirige Santiago Doria, actualmente en el marco del programa federal del Teatro Nacional Cervantes.

Alejandro Cruz

No hay comentarios: